¿Ha pensado alguna vez en todo lo que nos da la naturaleza? Pues Agustín nunca lo había hecho y durante mucho tiempo pasaba toda su vida quejándose del lugar en donde vivía él y su buena amiga Celestina. Esta es la historia:
Desde que nació, el puma Agustín ha vivido en un bosque lleno de preciosas plantas y árboles de todo tipo, otros animales como serpientes, aves, ranas, sapos y demás; con pequeños ríos llenos de una fresca agua y muchos privilegios que no cualquier animal tiene. ¡Qué hermoso lugar!
Sin embargo, había un gran problema… ¡él no quería vivir en ese bosque porque pensaba que no tenía nada de especial!, y que, por el contrario, le traía malos recuerdos, debido a que en ese lugar habían muerto su madre y padre a manos de un cazador; por lo que nunca salía de su pequeña casa bajo un árbol. Su amiga, la mariposa Celestina, siempre le decía que la acompañara a pasear por el río u otros sitios a los que jamás había ido; ya que, todos los días manifestaba que odiaba donde vivía, pero no conocía todo el bosque.
-Celestina: Acompáñeme a pasear por la quebrada del río que está cerca, y así veremos lo magnífico e importante del agua.
-Agustín: ¡No quiero! Me voy a quedar aquí y tomaré del agua de este pozo, no necesito conocer el lugar.
-Celestina: Es su decisión, yo sí iré a pasear por ese maravilloso lugar.
Días y meses pasaron, y Celestina nunca dejó de insistirle a Agustín que dejara de ser tan terco y fuera a dar un paseo para conocer las riquezas del bosque.
-Celestina: Se lo pido Agustín, acompáñeme hoy porque es mi cumpleaños y quiero que sea su regalo.
-Agustín: Bueno… iré, pero, que sea rápido.
Mientras se adentraban por el bosque, Agustín podía observar hermosas flores de varios colores, un río gigantesco que le da agua a la mayoría de los animales del bosque y personas que viven cerca del lugar. Además, conforme subía un pequeño cerro sentía más frío del que hay en su casa.
-Agustín: ¡Celestina mire! Hay unas personas que nos están tomando fotos con sus celulares. ¡Qué emoción!
Pero en ese preciso momento volteó su mirada hacia atrás y vio unas llamas que quemaban los árboles rápidamente y lo más triste: ¡Celestina había desaparecido!
-Agustín: Celestina, Celestina, ¡contésteme por favor!
Sin embargo, Celestina no se veía por ninguna parte, por lo que Agustín tuvo que correr para no morir, pero tristemente nunca encontró a su gran compañera. Tras lo sucedido, Agustín siguió visitando y descubriendo lugares nuevos, tomando conciencia de que su actitud negativa hacia el bosque se debía a los malos recuerdos por la muerte de su madre y padre. Pero lo más importante, aprendió a valorar y cuidar lo que su amiga amaba tanto: su bosque, su hábitat.
Esta historia nos ayuda a comprender la gran cantidad de servicios que nos ofrece la naturaleza, tales como los aires frescos, hermosas y variadas plantas, árboles llenos de colores maravillosos, animales polinizadores. Además del agua que es tan necesaria para todos los seres humanos, la fauna, las plantas y todo el planeta.
Es importante que podamos descubrir lo hermoso y valioso de los ecosistemas y la biodiversidad que hay en nuestro país; además de que, aprendamos a valorarlos y cuidarlos para que tanto las personas como los animales puedan disfrutar de las riquezas naturales.